Siempre escucho esta frase. A veces cambia a “la letra pequeña” o “la letra menuda”, pero es lo mismo. ¿Será que debemos comprarnos una lupa para leer lo que dice mi póliza? Vamos a ver:
Supongamos que El Primo de alguien es un tipo al que le gusta divertirse y pasar de pachanga en pachanga. Recuerda que contrató hace tiempo el servicio de chofer designado (una persona que conduce tu nave, vehículo, coche y/o automotor cuando te tomas una que otra copa y no quieres infringir la ley de tránsito). Para seguir con la historia, el personaje llega a la discoteca, se toma dos que tres que cuatro cervecitas y juuuuusto antes de que la cabeza ya no esté donde debe, llama a la aseguradora. ¡Ups! En el contact center le dicen que no puede tener el servicio, porque no lo coordinó con el debido tiempo.
¿Y ahora? ¿y ahoraaaaaaaaaaaa? ¿Qué pensarías o dirías tú? Pues obvio, ¡LA LETRA CHIQUITA! (hasta podríamos hacer una película de suspenso o terror al escuchar esta frase cierto?
Para que no te pase esto, aquí te dejo unas recomendaciones:
1. Asesórate bien, procura comprar el seguro a alguien de confianza y si no lo conoces, que tenga buena experiencia y/o conocimiento.
2. Si compras por APP o web, trata de que sea un seguro que lo entiendas fácilmente.
3. Por favor LEE lo que adquieres. No importa si tienes un buen asesor o si no lo tienes; en cualquiera de los casos procura siempre revisar lo que compras.
¿Sabías que hay un tamaño de letra mínimo para promocionar un seguro?
Espero que te sirva esta nota para que la frase “La Letra Chiquita” no se te venga a la mente como sinopsis de película de miedo.
コメント